Esteban Villegas Villareal, Gobernador electo de Durango, es un hombre que no es nuevo en las lides políticas, por eso sabe medir bien el terreno sobre el que está parado, de ahí que, a casi un mes de obtener el triunfo, ha mandado varios mensajes velados a quienes lo traicionaron en su camino.
Así pues, es altamente probable que sabe quién desde la colonia Obrera quería impedir que obtuviera la candidaturade la alianza Va por Durango. También, de quien o quienes dentro de las filas del PAN rechazaron a rajatabla que él fuera beneficiado con la designación, pues muchos de ellos parafraseaban al ex presidente del PAN al decir: “Es más fácil que un camello pase por el ojo de una aguja que Esteban sea el candidato de la triple alianza PAN-PRI-PRD”.
Con base en lo anterior, son altas las posibilidades de que el Gobernador electo sepa que las traiciones azules estuvieron sobre todo en ese nido de neo panistas que llegaron advenedizos en este sexenio que termina, llámese Héctor Flores, Javier Castrellón, Jaime Rivas Loaiza, Adrián Alanís, Sergio González Romero o Rubén Calderón.
Durango es un pueblo chico, donde todos nos conocemos y donde todos saben lo que hacen los demás. Tanto en Facebook como en Twitter más de una vez se expuso que Adrián Alanís, ex Secretario de Gobierno, a pesar de que había manifestado su apoyo a Villegas, volteó bandera y se le vio tanto en la capital como en la región lagunera operando a favor de la candidata de Morena, Marina Vitela.
También fue obvia la actuación del diputado federal Javier Castrellón, quien, a pesar de su afán protagónico y arribista, no se le vio en ningún evento de la alianza, puesto que toda la campaña estuvo renuente a sumar su apoyo, hasta que, en la recta final, por exigencia del Jefe nacional del PAN, Marko Cortés, lo tuvo que hacer.
Por otro lado, Jaime Rivas Loaiza, íntimo amigo del actual gobernador, quien inocentemente pretendía obtener la candidatura de la alianza, al ver sus esfuerzos truncados, muchos señalan optó por visitar los municipios para apoyar a la candidata morenista; así también Rubén Calderón Luján, quien como titular de la Secretaría de Educación estatal no ha movido un dedo, pero para la campaña usó su fuerza como funcionario para amenazar a su sector de votar guinda.
Quien no se esperaba que metiera su cuchara fue el médico Sergio González Romero, titular de la Secretaría de Salud,quien dicen obligó a todo el personal de este sector para que votaran a favor de Morena, lo cual fue una verdadera tontería pues, ahí precisamente está la gente cercana al Gobernador Electo.
Finalmente, el ex secretario de Gobierno, Héctor Flores Ávalos estuvo ausente toda la campaña, quizás justificable ante la pérdida de una candidatura que era posible obtuviera, sin embargo, en la recta final, mientras subía fotos donde supuestamente hacía campaña, por otro hacía rondas por varias secretarías para advertir a trabajadores “que no se equivocaran” y que la línea era votar por Marina.
¿De verdad creen que Esteban no sabe quién movía sus hilos y lo que hicieron contra él? ¡Qué torpes fueron!