Para quienes fueron ajenos a la espantosa noticia de un asesinato de las historias que más me han conmovido en mi vida por una infinidad de razones. Se trata de Luz Raquel, una mujer como muchas duranguenses que denunciaban de manera pública y de manera formal en la Fiscalía que le correspondía y por supuesto fue ignorada.
Luz N, fue una joven madre de un niño autista, un niño que hasta el día de hoy se desconocen en su totalidad todas las formas en las que se muestra el autismo, por lo general son varones quienes son diagnosticados, pero no significa que no existan mujeres que no son diagnosticadas con el propio autismo o el espectro asperger, las razones son esas mismas: NO ENCUENTRAN el total de las respuestas; sin embargo cada uno de los grados del autismo demanda atención muy rigurosa que la hace demasiado costosa, sin omitir lo más denigrante y cruel que como parte de la sociedad debo señalar: La ignorancia de muchos “sanos” satanizan a la población que ha sido diagnosticada con alguno de estos espectros, no sabiendo que en la mayoría de los casos la inteligencia y habilidades de estos mismos es muy superior de la población “normal”.
Existen momentos donde las crisis que detonan desde el ambiente o lo que pudiera detonar su propio sistema neuronal complican la “armonía” de quienes ignoran el estilo de vida de esta población. Luz Raquel, sufrió amenazas de muerte, sufrió un atentado anteriormente que tuvo complicaciones de salud por la intolerancia de sus vecinos al padecimiento de su menor hijo.
El 17 de mayo del presente año tuiteó desde su cuenta (@GutierrezPadilla) el tipo de amenazas de las que era víctima, sin omitir que ya había sobrevivido a un atentado y temía por su integridad y la de su menor hijo.
El martes pasado 4 sujetos y 1 mujer la rociaron de combustible para después prenderle fuego, donde posterior a unos días de internamiento perdió la vida debido a que las quemaduras de más del 90% de su cuerpo no pudo resistir.
La muerte de Luz no solo fue la ira y la ignorancia de quienes son intolerantes a quienes tienen un dx de este tipo, somos una sociedad carente de sensibilidad y sobrepasada de pereza por aprender, por generar empatía y lo más penoso: Normalizamos la violencia contra las mujeres y el resto de las veces simplemente subestimamos. Su hijo quien sobrevive tendrá más complicaciones por obvias razones, no solo quedó huérfano, sino que ha sido condenado a un deterioro a su salud.
Me duele, me duele en el alma vivir en el miedo de saber que una madre autónoma viva con el miedo constante al ¿Quéserá de nuestro(s) hijo(s) si nos arrebatan la vida o la esperanza de tener Seguridad y Justicia?
Esa Luz no debemos dejar jamás que nadie nos quiera apagar. ¡Tu muerte no será en vano!