En México, como en otros países, el turismo constituye un sector de importancia vital para la economía, tanto por los ingresos de divisas que aporta, como por el considerable volumen de empleo directo e indirecto que genera, siendo uno de los sectores de mayor expansión a nivel global. A nivel nacional, el turismo ha representado más del 8 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) desde el 2010 al 2019. En 2020, debido al confinamiento obligado por la pandemia, sufrió una caída de casi dos puntos porcentuales en su participación en el PIB, habiendo recuperado una parte en 2021, llegando hasta un 7.1 por ciento; creciendo casi un 20 por ciento en el último trimestre, comparado con el mismo trimestre de 2020, según cifras oficiales del INEGI en su Indicador Trimestral de la Actividad Turística (ITAT), integrado por el PIB Turístico y el Consumo Turístico Interior, correspondiente al cuarto trimestre de 2021. En el trimestre enero-marzo de 2022, a tasa anual y con cifras desestacionalizadas, el Indicador Trimestral del ProductoInterno Bruto Turístico creció 22.1 % y el del ConsumoTurístico Interior, 25.7 por ciento.
En Durango, pese a lo que la Secretaría de Turismo estatal ha celebrado con ‘cifras rompe récords’ en ocupación hotelera, durante el sexenio de José Rosas Aispuro Torres, la ocupación hotelera ha estado apenas rondando el 50 por ciento, según los registros de la Secretaría de Turismo federal, respecto a cuartos disponibles registrados y su porcentaje de ocupación, siendo el 2020 el año más bajo con tan solo 24.3 por ciento de ocupación. El porcentaje de crecimiento de oferta de cuartos está apenas por encima del 2 por ciento en promedio en este sexenio, lo que podemos verificar como un fracaso en el desarrollo de la industria hotelera, a pesar de la apertura de hoteles que se ha dado en el último quinquenio, ya que la capacidad promedio de cuartos por establecimiento, es apenas de 19.
La industria que mejor se ha desarrollado, es la gastronómica, pues los establecimientos de Alimentos y Bebidas han tenido un desarrollo importante, a pesar de los retos sanitarios provocados por la pandemia. Este gremio de casi 19 mil establecimientos turísticos, en el que el 81.02 por ciento ofrecen cocina nacional, aprendieron a trabajar juntos y han logrado solidez y evitado, en gran parte, el cierre de establecimientos, mucho de ello de mano de las cámaras empresariales, como la CANIRAC, que ha logrado importantes gestiones y esquemas de operación que han sido ejemplo a nivel nacional. Quizá no es en vano el reconocimiento que muchos restauranteros (incluso hoteleros que también se han visto apoyados y beneficiados), han reconocido el trabajo del presidente estatal, Miguel Camacho Herrera, por encima incluso del secretario de Turismo, Eleazar Gamboa de la Parra, quien ha concebido el desarrollo turístico más por el plano de promover fuera de la entidad, que por detonar los muchos recursos turísticos con los que cuenta el Estado.
Afortunadamente, el gobernador electo, Esteban Villegas Villarreal, ha mostrado, desde su campaña, conocimiento respecto al tema y ha hablado de potenciar el desarrollo de las distintas regiones del estado, donde prácticamente todas cuentan con recursos importantes que han sido subdesarrollados o incluso no han recibido ningún tipo de apoyo por parte de las autoridades, no solo para explotarse sino para ser vínculo con inversionistas privados que encuentren en Durango una oportunidad para generar productos turísticos primarios y complementarios, que permitan a su vez, ser motores de desarrollo económico del campo, desarrollo cultural y del propio desarrollo comunitario, mejorando la calidad de vida de las personas y entregando directamente, a la comunidad, diversas opciones de progreso en temas que no han sido explotados ni explorados por falta de visión o de voluntad política. Por todo ello, resulta relevante que la próxima administración estatal, apueste por el desarrollo turístico de nuestra entidad, no solo como actividad complementaria, sino como una verdadera vía de desarrollo local, que a su vez impulse los distintos sectores productivos, echando mano de nuestras bellezas naturales, culturales y sociales, enmarcadas por una inmejorable posición geográfica que llena el panorama y robustece el abanico de productos turísticos.