El Giocondo

Año de consenso, retos y trabajo conjunto en el Congreso local

por Alejandro Flores de la Parra 2 septiembre, 2022 | Hace 2 años

El primer año de la Sexagésima Novena Legislatura del Congreso del Estado de Durango, estuvo plagado de retos, desde su propia conformación, luego de la turbulencia que se vivió para definir la asignación de los tres años para la repartición tanto de la Junta de Gobierno y Coordinación Política (JuGoCoPo), como de la Mesa Directiva, la Secretaría General e, incluso, de la Dirección de Comunicación Social. La falta de consenso que se auguraba y que ponía en entredicho que el Poder Legislativo arrancara sus funciones en tiempo y forma, al final resultó solo un amago que, para beneficio de todos, solo terminó en material para el anecdotario político local.

Al final, con la designación del coordinador de la bancada priista como presidente de la JuGoCoPo, el diputado Ricardo López Percador, elegido por mayoría relativa en el distrito VI local, se dio seguimiento inmediato al consenso, aprovechando su experiencia y notoria capacidad para lograr acuerdos que derivaron, incluso, en la presentación de una Agenda Legislativa común, encausando los objetivos en la misma dirección, privilegiando el diálogo entre las fracciones parlamentarias y dando como resultado un año productivo en materia legislativa, lejano a la confrontación con el ejecutivo y lejano, incluso, al proceso electivo de la sucesión gubernamental en el Estado, sin que se viera incidencia descarada y cuestionable por parte de los actores parlamentarios en las campañas.

Con la presentación del Informe de Actividades del primer año legislativo en el Congreso local, encabezada por el propio López Pescador, con un excelente poder deconvocatoria, se puede destacar que no hubo un intento de protagonismo o de acaparamiento de los logros expuestos, pues siempre habló de un trabajo conjunto, resaltando la pluralidad de los grupos parlamentarios en la generación de leyes que se pueden evaluar como un año productivo, con un Congreso itinerante que ha llevado las sesiones a los municipios, presentando un trabajo legislativo más cercano a la gente.

La calidad en el trabajo de los diputados, legislando en favor de causas de verdadero interés social, quizá no pueda ser evaluado de inmediato o, incluso, en el corto plazo, pues dependerá de cómo estas modificaciones o nuevas leyes, impacten en las acciones de terceros para el bienestar de los duranguenses. Sin embargo, me parece importante destacar algunas como la creación de la primera Ley de Salud Mental, un tema vanguardista y acorde a los tiempos modernos en los que, la llegada de la pandemia de COVID-19, agravaron una situación que ya era preocupante. Así mismo, Durango hoy puede presumir en haber sido el primer estado en elevar a rango constitucional el derecho a la Paz, como derecho humano; e incluso, en un tema muy importante, con la iniciativa de la diputada Gabriela Hernández López, se elaboró la Ley de Escrituración Social y Popular, que da certeza al patrimonio de miles de familias duranguenses, dejando de lado el que, por falta de recursos, el producto del esfuerzo de muchos años e incluso de generaciones, se encuentre en entredicho.

En fin, un primer año de retos que han puesto a prueba la capacidad de los legisladores, en el que podrán sentirse satisfechos y en el que se ha puesto un buen ejemplo de lo que, un buen liderazgo, puede hacer en favor de nuestra entidad.

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