El pasado lunes, el gobernador José Rosas Aispuro, publicó un video en sus redes sociales en el que asegura que, desde muy joven, se prometió que, si lograba alcanzar sus sueños, haría todo lo que estuviera en sus manos para echarle una mano a los demás, diciéndose, además, convencido de que las buenas historias, se construyen. En su histriónico mensaje, casi teatral, menciona que ayudaría a quienes vienen atrás y haría más fácil el camino de quienes buscan estudiar, trabajar y trazarse un futuro. Ojalá esa dramáticainterpretación de un gobernador cercano y atento, como se dice, estuviera un poco más apegada a la realidad, pues lo que hemos vivido los últimos meses de su administración, se parece más a una escena dantesca, donde el lamento de aquellos que confiaron en su campaña, en sus promesas, en aquella idea de cambio, llenan los rincones del penúltimo círculo de esta divina comedia.
Irónicamente, en la obra literaria del florentino Dante Alighieri, «El Inferno», ese octavo círculo era el destino de los fraudulentos, de aquellos que causaban un mal de forma deliberada, dividiendo la Malebolge (fosas del mal) en diez recintos, siendo la quinta ‘Bolgia’, donde Dante dedica algunos de sus cantos a los políticos corruptos, que se encontraban inmersos en brea hirviendo, representando sus dedos sucios y los oscuros secretos de sus lóbregos tratos.
Para hacer más dramática esta calamitosa situación que vive el estado, el mismo día que el gobernador publicaba su escenita en redes, la coordinadora general del equipo receptor, designada por el gobernador electo, Esteban Villegas, para el proceso de Entrega – Recepción, Marcela Andrade, expuso ante los medios de comunicación y la sociedad en general, que Durango es hoy, la única entidad federativa que se encuentra en calidad de ‘default’, para la Secretaría de Hacienda, lo que significa que se han incumplido los pagos correspondientes a los créditos otorgados al estado y los intereses que éstos generan. El pasivo total del estado, supera los 19 mil millones de pesos, de los cuales, más del 50 por ciento, unos diez mil millones, son deuda a corto plazo, lo que supone no un yugo sino una guillotina para la próxima administración, que comienza en tres días. De esos diez mil, mil trescientos, son deuda bancaria, el resto es lo que no se ha pagado a proveedores, las participaciones no transferidas a los municipios, terceros institucionales y un largo etcétera, que hace la deuda inmediata, muy diversa. Para acabar de remachar el ataúd, la experta en temas financieros, expuso que, ni vendiendo todos los activos del gobierno, se alcanza a pagar esa deuda.
Al final de su video, Aispuro dice que se llevará lo más importante de los duranguenses, su amistad y el recuerdo, en su corazón, de todas y todos. Lo que llevará consigo, sin duda, es el repudio de una sociedad que ve como se diluye la confianza depositada en él, hace seis años; se lleva la incredulidad de quienes no lo han visto honrar su palabra; se lleva el mote del peor gobernador de la historia, que lo acompañará por siempre, en la memoria de quienes hoy se sienten decepcionados, agraviados y despojados. No importa cuántas entrevistas ‘a modo’ le puedan concertar, para tratar de justificar que él no ha tomado ni un solo peso, pues ni un solo peso debió de haberse malversado, ni por él ni por ninguno de sus funcionarios; ni un solo peso debió haberse derrochado, desviado o mal empleado, para tener hoy en vilo la operatividad de un gobierno al que soñó llegar. Hoy…¿quién daría un peso por sus sueños?