El Giocondo

Esteban; el nuevo paradigma sobre cómo gobernar.

por Alejandro Flores de la Parra 22 marzo, 2023 | Hace 2 años

El ritmo de trabajo que Esteban Villegas le ha impreso a su administración, ha dejado de manifiesto que el titular del Ejecutivo estatal no dejará tiempo para perder; sabe que seis años se van muy rápido y, cuando el trayecto es cuesta arriba, es necesario apretar el paso para avanzar de manera firme y sostenida. Durante los primeros seis meses de su gobierno, semana a semana se ha llenado de actividad, un día con gestiones ante la Federación y, al siguiente, haciendo entrega de apoyos y programas, reunido con empresarios, o haciendo trabajo de recorrido en los municipios, entregando recursos en tiempo y forma, poniendo la muestra de cómo quiere gobernar.

La relación con la Federación ya le ha traído frutos, con una estrategia política conciliadora, sin confrontaciones, que le ha abierto las puertas de Palacio Nacional y le ha acercado con el presidente de la República, rompiendo con el paradigma de la mala relación con Durango y, dejando claro que, realmente, la mala relación era con el titular de una administración que tenía muchos motivos para ser despreciada, pues el gobierno anterior fue rapaz y brutal en el manejo opaco y tendencioso de los recursos.

Además de ello, la habilidad y visión política de Esteban le ha permitido que, hoy por hoy, pueda sentarse a dialogar y gestionar directamente con personajes de confianza directa de Andrés Manuel López Obrador y en quienes recae, en gran parte, las decisiones que, desde el centro, se toman en materia presupuestal, de operatividad gubernamental y, por supuesto, políticamente, como el secretario de Gobernación, Adán Augusto López; o el propio canciller Marcelo Ebrard, con quien tuvo un acercamiento importante que le dio un gran impulso para poder buscar inversiones en otros países, poniendo a Durango en el mapa económico y venderlo como el potencial receptor de inversiones, destacando su inmejorable ubicación geográfica y su gran viabilidad como poseedor de recursos naturales y, de paso, fortalecer relaciones con quienes son identificados como las “corcholatas” presidenciales.

Además de la influencia política y las relaciones que con ello se generan, se han cristalizado también gestiones en materia de seguridad, un tema del que Durango puede presumir en un nivel aceptable, pero del que es necesario no aflojar el paso, pues la violencia se sigue apoderando, poco a poco, de más territorio nacional. La reciente visita de la titular del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Clara Luz Flores, para realizar la entrega de patrullas y equipamiento para los elementos de las corporaciones en los 39 municipios, es un ejemplo tangible.

Durango había carecido de un líder político que le marcara un rumbo a la entidad y que las decisiones dejaran de tomarse por personajes secundarios que, al final, causaron un gran desorden durante el último sexenio. El poder es para ejercerse y Esteban lo ha dejado claro, aunque ha priorizado el diálogo y la construcción de acuerdos, como con los representantes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), quienes se han alineado a un proyecto educativo que permita resarcir los daños y rezagos postpandemia, libres de grillas y con apoyo moral y operativo. Sin embargo, donde ha sido necesario golpear la mesa, ha mostrado también firmeza, como la evidente injerencia que tuvo en la salida de Lourdes Mora Serrano como titular de la Entidad de Auditoría Superior del Estado (EASE), quien fue omisa y protectora del desfalco de las arcas estatales, por lo que su permanencia era insostenible. Además, al ser un gobernador de coalición, representa hoy un liderazgo tripartita, no solo el que naturalmente tiene en su partido, el PRI, sino en el PAN, donde la mayoría de las posiciones de su recién conformada Comisión Permanente, la que entre otras cosas, habrá de palomear las posiciones y candidaturas rumbo al 2024, fueron consensuadas con el gobernador, lo que habla de su gran influencia política en ese instituto político, así como en el partido del Sol Azteca, que sabe que dependerá mucho de su relación con el mandatario para posicionar cuadros en el próximo proceso electoral.

En fin, a Durango le hacía falta un líder, pero también un proyecto de gobierno que le permitiera a los diferentes sectores sociales y productivos, trazar una misma ruta hacia objetivos comunes para un desarrollo integral y sostenido, y analizando el Plan Estatal de Desarrollo presentado hace unos días, tal parece que esos tiempos de ocurrencias e improvisaciones, se han dejado de lado, para tener un camino definido para un verdadero avance. A partir de hoy, es nuestro deber ciudadano estar vigilantes de su implementación, dar seguimiento y exigir resultados.

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