A la par de las campañas electorales federales y locales, para renovar la Presidencia de la República, el Congreso de la Unión y el Congreso del Estado, José Antonio Ochoa Rodríguez, despliega su propia campaña de influencia en la psique del electorado y de posicionamiento rumbo a la postulación de su reelección para las elecciones locales del año próximo, correspondientes a la renovación de los 39 ayuntamientos.

Toño Ochoa, cifra su estrategia en dos elementos. El primero de ellos es mediante los testimoniales inducidos por su equipo de comunicación social con los habitantes beneficiados de sus acciones, obras o programas y que son producidos en los infomerciales que se transmiten en los diferentes noticieros de radio y televisión.

 En estos mensajes, casualmente, la gente entrevistada habla a favor de las acciones del gobierno municipal, pero centra sus mensajes en que ojalá el alcalde capitalino continuara en el cargo para que este tipo de apoyos o acciones no se interrumpan con el eventual cambio de administración, una vez que concluya el trienio.

La otra estrategia la desarrolla a través de Gina Campuzano, quien en sus mensajes ya sea en la cobertura informativa o en sus discursos, resalta sobremanera los logros de la administración de Toño Ochoa, so pretexto de que los gobiernos del PAN son muy buenos y por ello, la ciudadanía debería de votar por quienes abanderan la coalición opositora a Morena.

Como podemos apreciar, Toño Ochoa, tiene enfocada su meta en reelegirse y luego entonces, subirse al tren de la sucesión de Esteban Villegas; pero debe verse en el espejo de su otrora amigo Jorge Salum y de muchos otros que pensaron que la alcaldía capitalina sería un buen trampolín a la gubernatura, pero terminó siendo una sepultura.