Gracias al libro El Naranjo en Flor de la autoría de José Ángel Leyva que aborda la vida de los hermanos Revueltas y mi genética musical, transmitida por los maestros de la Rosa, me fascina la obra del duranguense Silvestre Revueltas, la cual es admirada en todo el mundo, menos en su tierra natal.

Quizá usted se preguntará quién es ese señor, como diría Martín Vivanco, se los digo en una nuez: Silvestre Revueltas fue un destacado compositor, violinista y director de orquesta mexicano, nacido el 31 de diciembre de 1899 en Santiago Papasquiaro, Durango, y fallecido a la temprana edad de 40 años el 5 de octubre de 1940 en la Ciudad de México. A lo largo de su corta pero intensa vida, Revueltas logró dejar un legado musical que ha perdurado a lo largo del tiempo y que lo ha posicionado como uno de los grandes representantes de la música mexicana del siglo XX.

Desde temprana edad, Revueltas mostró un gran talento musical, aprendiendo a tocar el violín y desempeñándose como músico en diversas agrupaciones. A lo largo de su carrera, se destacó por su originalidad y su interés en explorar nuevas formas de expresión musical, fusionando elementos del folclore mexicano con corrientes vanguardistas de la época.

Una de las obras más emblemáticas de Silvestre Revueltas es su famosa pieza orquestal «Sensemaya», inspirada en un poema del poeta cubano Nicolás Guillén. Esta obra refleja la intensidad y la pasión que caracterizaban la música de Revueltas, así como su compromiso con la identidad y la cultura de su país. Mi favorita es “La Noche de los Mayas” y vi un concierto de la Sinfónica de Madrid en el Teatro Real, ejecutarla con sobrada devoción por la combinación de los sonidos de las caracolas con los instrumentos convencionales.

Revueltas también incursionó en la composición de música para cine, colaborando con destacados directores mexicanos como Emilio “El Indio” Fernández en películas como «Redes» y «Vámonos con Pancho Villa». Su capacidad para crear atmósferas sonoras únicas y emotivas lo convirtieron en uno de los compositores más solicitados de la época dorada del cine mexicano.

Como director de orquesta, Revueltas destacó por su carisma y su energía en el podio, logrando transmitir su pasión por la música a los músicos y al público. A pesar de enfrentar numerosos desafíos a lo largo de su vida, tanto personales como profesionales, Revueltas nunca perdió su compromiso con la música y con su país.

Hoy, el periódico Reforma le dedica toda una plana de su sección cultural al revelar la publicación de sus obras juveniles, a cargo de musicólogo Luis Jaime Cortez.

En conclusión, la vida y obra de Silvestre Revueltas destacan por su originalidad, pasión y compromiso con la música y la cultura mexicana. A través de sus composiciones, Revueltas logró trascender fronteras y se convirtió en un referente indiscutible de la música del siglo XX. A pesar de su prematura muerte, su legado continúa vivo en la memoria de quienes aprecian y disfrutan de su música, consolidando su lugar en la historia de la música clásica mexicana y mundial.

La primera obra de la libreta pautada data de mayo, cuando tenía apenas unos meses en la capital.

«Esa primera obra ya muestra que sabe tocar el piano, que sabe contrapunto, que sabe armonía. Es decir, eso no lo pudo aprender en la Ciudad de México en unos meses, eso ya lo tenía, y muy sólido, desde Durango y Colima, donde tenemos acreditado que estudió con ciertos maestros», argumenta el musicólogo.

Revueltas escribió valses y mazurcas en el estilo de Ricardo Castro y Felipe Villanueva, pero él las lleva «a un nivel de complejidad y cromatismo al que no llegaron ellos», porque «hay allí la voz de un compositor».

Como podemos ver, Silvestre Revueltas es más reconocido en otras latitudes que en su estado natal, y no basta con que su ilustre apellido que encarna el talento de su hermana y hermanos, se intente homenajear con un remedo de festival artístico que solo es escaparate para artistas de la farándula y no para verdaderos exponentes del arte y la cultura, mucho menos para honrar su legado.

Ojalá que los duranguenses le hagan justicia a Silvestre Revueltas.