El Giocondo

Deja vú de un México autoritario

por Alejandro Flores de la Parra 12 septiembre, 2024 | Hace 1 semana

En estos momentos se deciden muchas cosas que impactarán en la vida política de nuestro país, con la antesala de una reforma judicial que urge, a todas luces, meter para quedar bien con quien aún manda en Palacio y a quien le deben, todo, absolutamente todo. Sin embargo, la manera en que Morena y sus aliados se está haciendo de la única mayoría que no lograron con los resultados de la elección, la mayoría calificada del Senado, está dando mucho de qué hablar.

Primero, solo obtuvieron 83 senadores entre su coalición conformada por Morena, PT y el Verde, por lo que buscaron a los recién despojados de su instituto político, los senadores del PRD, Araceli Saucedo y José Sabino, quienes escucharon el canto de las sirenas y, seguramente con alguna prebenda de por medio, decidieron ‘pasarse’ al lado del poder. Luego, quisieron hacer cuentas simples y con sus 85 senadores, decían que ya la habían obtenido, pues según la aritmética, necesitaban un 85.3 de votos. Como no pueden partir a un representante en tres piezas, porque de poderse, lo hubieran hecho, soltaron la cartera, o al menos eso parece, cuando Miguel Ángel Yunes Márquez no se presentó en el recinto y solicitó una licencia por ‘motivos de salud´, y en su lugar llegó su padre, Miguel Ángel Yunes Linares, quien es su suplente en una fórmula que solo el poco hábil presidente del PAN, Marko Cortés, pudo haber permitido.

Como en una novela en la que, cuando sus protagonistas están a punto de casarse, sale alguien a decirles que son hermanos, así llegó Yunes Linares a sentarse en la bancada de Morena, quienes lo recibieron con júbilo, para luego enterarnos que su hijo no está enfermo, o si acaso, lo está de poder y dinero. Además, todo parece indicar que ya tenían en la mira a un senador de Movimiento Ciudadano por Campeche, Daniel Barreda, al que presionaron de forma burda para después hacerlo ver como si de una ‘negociación’ se tratara.

Este desaseo en el trabajo legislativo, esta incidencia desde el poder en la decisión que tomarán algunos senadores, este descaro de utilizar el poder político para aplastar a la oposición y, con ello, lograr darse carta abierta para hacer del Poder Judicial y la justicia mexicana, que ya de por sí era inoperante y bastante lenta, un Poder sumiso y controlable, me trajo recuerdos no tan gratos de un México en el que, un PRI autoritario y faccioso, hacía y deshacía, según sus intereses.

Uno de los principales motivos para estar “discutiendo” una reforma Judicial, es la incidencia que tuvo el Poder del pasado para conformar un grupo de jueces, magistrados y ministros que operaban a favor de los intereses de quienes lo ostentaban; sin embargo, bajo esa premisa están también cayendo en aquello que, se supone, juraron destruir.

La elección de jueces pasa a un segundo plano; mejorar el sistema de justicia, parece que se les olvidó; quitar las manos de aquellos que influyen en el Poder Judicial, simplemente será para que sean ellos los que ahora muevan los hilos. Ni mejor, ni más justo, ni más del pueblo; el Poder Judicial será de aquellos que, a punta de lo que saben hacer, despojarán a los mexicanos de la posibilidad de defenderse y, sabe qué, un día estaremos luchando porque ya estaremos hartos de los que manejan el poder en México. No sé, como que esto ya lo había vivido. Quizá sea un Deja vú que nos está transportando a los tiempos de la ‘mafia del poder’, la que a punta de albazos, billetazos, gritos y sombrerazos, moldeaban las leyes y a quienes las aplican, para su beneficio económico y político.

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