Lecturas Políticas

El adiós de Francisco

por Alberto de la Rosa Olvera 21 abril, 2025 | Hace 2 minutos

Jorge Mario Bergoglio, conocido mundialmente como el Papa Francisco desde su elección en 2013, fue un líder religioso que marcó un antes y un después en la historia de la Iglesia Católica, debido a su enfoque en la misericordia, la inclusión y su preocupación por temas de justicia social, medio ambiente, y el diálogo interreligioso. Su partida implica no solo la pérdida de un líder espiritual para millones de fieles, sino también un momento crucial de transición dentro de la institución que ha estado en el corazón de tantos debates contemporáneos.

El primer impacto visible sería el proceso de elección de un nuevo Papa, conocido como cónclave. Este proceso reúne a los cardenales de la Iglesia en la Capilla Sixtina, donde votan en secreto hasta que un candidato obtiene dos tercios de los votos. La elección de un nuevo Papa suele generar una mezcla de especulación y esperanza, sobre todo en el contexto de seguir o no la línea reformista que Francisco ha representado. Dependiendo del perfil del nuevo Papa, la dirección de la Iglesia Católica podría seguir por el camino de la reforma y apertura iniciado por Francisco, o bien, tomar un giro hacia posiciones más conservadoras o tradicionalistas. Por ello es que se piensa como posible sucesor al cardenal Carlos Aguiar Retes, quien fue impulsado por el actual pontífice como arzobispo primado de México.

A nivel doctrinal y organizativo, el fallecimiento de Francisco significa una pausa en varias de las iniciativas que él impulsó. Sus esfuerzos por abordar temas como el cambio climático, la pobreza, el papel de las mujeres en la Iglesia, el acercamiento a otras religiones y la necesidad de una Iglesia más misericordiosa y menos enfocada en el dogmatismo, han encontrado tanto apoyo como resistencia. Un nuevo Papa podría decidir intensificar, mantener o revertir estos enfoques, influenciando de manera significativa en la percepción y el papel de la Iglesia en el mundo moderno.

A nivel mundial, la muerte del Papa Francisco acaparó la atención mediática y pública, no solo entre los católicos sino en la sociedad en general. Francisco ha sido una figura muy visible internacionalmente, interviniendo en debates globales y siendo una voz que llama a la conciencia sobre problemas universales. Su personalidad y su capacidad de comunicar de manera directa y compasiva han trascendido los límites de la religión, llegando a personas de diferentes creencias y convicciones.

En el ámbito ecuménico e interreligioso, el legado de Francisco como un Papa que buscóactivamente el diálogo y la cooperación entre diferentes tradiciones religiosas podría verse fortalecido o desafiado por su sucesor. La continuidad en esta dirección dependerá en gran medida de la visión y la voluntad del nuevo líder de la Iglesia.

La influencia de Francisco en la conciencia social y medioambiental también es un terreno donde su fallecimiento generaría un vacío. Encíclicas como “Laudato si” han servido de llamado a la acción frente al cambio climático y la desigualdad, invitando a una reflexión profunda sobre nuestro modo de vida y nuestro trato hacia el plan divino. 

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