Este proceso electoral concurrente pasará a la historia política como aquél en donde los partidos políticos postularon -en su gran mayoría- a ciudadanos sin idea de la política y mucho menos, de las tareas parlamentarias.
Justo hace unos días, platiqué con un asesor de un candidato el cual es propenso a hablar con groserías y palabras altisonantes en sus entrevistas con los representantes de los medios de comunicación y él le aplaudía eso, porque de acuerdo a sus estudios de opinión y de mercado, la gente ya estaba harta de los políticos tradicionales, que ahora deseaban gente común, como el grueso de la población y no de aquellos personajes que se dedican al arte de la política y por ende, a vivir solo del erario; por ello es que ahora muchos partidos recurrieron a cantantes, vendedores de café, estilistas, luchadores, actores de televisión y así por el estilo, para provocar cierta identidad ciudadana. Hay que ver los resultados del próximo domingo, para saber a ciencia cierta si le sirvió la estrategia de campaña a dicho consultor.
Lejos de los videos de Tik Tok en donde muchos cometieron el error de hacer payasadas para conectar con los jóvenes que están al pendiente de las redes sociales; en la gran parte de los casos solo hicieron el ridículo como pretender cantar, bailar o hacer cosas que jamás hacían en su vida cotidiana; le di el seguimiento a tres campañas que se me hicieron exitosas y por ende, son dignas de seguimiento, veamos cuáles son:
Pudiera abordar más campañas como la de Tito Ávalos que abrió brecha exigiendo igualdad en los espacios informativos para dar a conocer sus propuestas, que aunque le costó ser víctima del escarnio público, supo sobreponerse y ganarse el respeto de la gente; Vladimir Martínez que usó la candidatura para exponer sus ideas como médico experto en manejo de pandemias y así muchas otras que no se pueden citar por falta de espacio.
PALABRAS MAYORES
Mañana el personal académico de la UJED se enfrenta a una encrucijada: defender sus prestaciones a través de un grupo que tiene el dominio total del SPAUJED desde hace ocho años o empoderar al grupo que actualmente maneja la casa de estudios al cederle prácticamente el control de los dos sindicatos de docentes.Todo apunta que la elección se decidirá en los tribunales laborales.