En pasados días se concretó la llegada de Arturo Yáñez Cuéllar a la dirigencia estatal del PRI en Durango, pronto se escucharon críticas y comentarios al respecto, de entrada, su llegada estuvo “muy cantada” y no fue por Esteban y Lauro, sino desde el CEN del tricolor por su cercana relación amistosa con Alejandro Moreno Cárdenas, mejor conocido como Alito. El grupo al que representó en algún momento Arturo Yáñez o del cuál formó parte en el pasado inmediato está de bombo y platillo, se sienten contentos por la designación del también conocido como “la guaraña” y por ello buscarán a toda costa hacerse de la candidatura al gobierno del estado; de ahí que Esteban Villegas esté visitando con frecuencia la capital del país y según dicen, no es mal visto por Alito, quien a su vez está urgido de triunfos, ya que es el Presidente del PRI con el mayor número de fracasos electorales o el menor número de gubernaturas; y es que la debacle priísta de Alito contrasta con los resultados electorales del 2000, cuando en la primera alternancia política con Vicente Fox, el PRI gobernó con mayoría en las gubernaturas, fenómeno que se repitió en 2006, cuando Felipe Calderón ganó la Presidencia de la República, pero el tricolor mantuvo la mayoría de los gobiernos estatales, el pasado junio, el PRI perdió Colima, Campeche, Baja California Sur, Zacatecas, Tlaxcala, Sonora, Sinaloa y San Luis Potosí, manteniendo solamente 4 de las 12 gubernaturas que ostentaba y ubicándose como la tercera fuerza política en el país. Es pues que Alito buscará en las próximas elecciones alzar más manos y tratará bajo toda costa de posicionar a los perfiles que puedan brindarle esos anhelados triunfos, de ahí que su estrategia pretenda desdoblar a través de su amigo Arturo Yáñez y razón por la cual era imperativa su llegada a las oficinas de Domingo Arrieta y calle Lerdo para así poder impulsar y reclamar el proyecto de Esteban Villegas. No cabe duda que Villegas sigue siendo el mejor posicionado de la marca para esa posición, sin embargo, los acuerdos previos en la alianza “Va por México” le brindaban la candidatura a Acción Nacional y de la cual difícilmente por no decir casi imposible, desistirán, dejando al PRI con la alcaldía de Durango, posición no tan anhelada, pero nada despreciable.
Arturo Yáñez dijo en el noticiero de Dionel Sena, que no tiene fierro de herrar ni es el vocero de nadie, pero lo que sí tiene, es la difícil tarea de enfrentar no solo a la militancia, la búsqueda del poder de un grupo que se ha mantenido a la sombra y que no trae buenos recuerdos al PRI estatal, honrar la amistad y encargo que le dio su amigo y Presidente Alejandro Moreno, los intereses de otro grupo fuerte que se está haciendo poco a poco del control del partido, los acuerdos de una alianza en un estado gobernado por el PAN, los haberes y futuro del gobernador saliente y por si fuera poco, la propia percepción ciudadana de su perfil por la falta de resultados en sus pasadas encomiendas.