Proclamaban un cambio, ofertaban transparencia y juró proteger a la ciudadanía duranguense, pero bueno esos son los románticos discursos de una campaña. ¿Dará continuidad Esteban Villegas a esas promesas que le arrebataron el triunfo (sabemos que no lo arrebataron, lo entregaron los Judas con los que hoy se sienta en la mesa) y cumplirá el deseo de los ciudadanos? ¿Cuál es el deseo de los ciudadanos (porque es posible que no lo recuerden, se caracterizan por la memoria corta)? El llevar a los corruptos que desviaron millones de los recursos a cuentas particulares y lugares ocultos; no estaría mal preguntarle a Luisa N. la ubicación de esos lugares.
El nepotismo que ha imperado en Durango es aberrante, por décadas vemos transitar o ceder los tronos, esos espacios que ya son del dominio del patrimonio de algunas familias. Es grotesco que lo sigan solapando, esos privilegios son los propios que han mermado el quehacer político y los verdaderos objetivos de las políticas públicas. ¿Alguien me podría decir qué saben de carencia? ¿Alguien cree que es URGENTE modernizar el transporte público y regularlo de tal manera que sea SEGURO? A las mismas diputadas que vienen de clases sociales bajas (sin discriminar, solo señalar la cronología de su carrera política) son igual indiferentes a la exigencia de la ciudadanía, se les olvida lo que es carecer, se les olvida que las mujeres sufrimos situaciones de riesgo ante la falta de la seguridad social, solo por mencionar algunos ejemplos del porque es tan necesario ir limitando esas HERENCIAS, no buscamos coartar el derecho de las familias privilegiadas, solo queremos exigir en la OBLIGATORIEDAD el derecho para TODOS, especifico en esos TODOS que me refiero a los que desean ejercer actividades en la función pública, porque llegan con los compromisos que generan en las campañas, ubicando a personajes que dentro del marco de la imbecilidad creen que es lo mismo la Iniciativa Privada a la propia Administración Pública, por algo como ciencia tal cual se lleva en el campo y en la vocación por servir generando resultados y se confunden con el servirse y peor aún, otros creen que en el servilismo se logra. No señores, se hace en la práctica y en el aula, igualmente en la formación de sus bases de la militancia.
Hoy, mañana y los próximos seis años pediremos de manera enfática un buen gobierno y un trato digno para los duranguenses. Ninguna de las dependencias es más ni es menos para no exigir buenos resultados.
No queremos ni solaparemos otra Ana Karen, menos un Rubén Calderón y otros tantos impresentables como el Secretario de Finanzas, la propia Contralora que en una ocasión me llamó de manera telefónica para amenazarme si demandaba por mi despido injustificado, de exigirme que hiciera a un lado mis derechos y peor aun señalándome como ingrata por no permitirle su altanería.
¡Todo tiene un límite menos la estupidez, Durango despierta!