Las aspiraciones del candidato Luis Donaldo Colosio Murrieta se truncaron un 23 de marzo de 1994, cuando una fatal bala atravesó su cráneo. El candidato del PRI a la Presidencia de la República decidió arrancar su campaña proselitista en Baja California, estado que hacía historia al romper con la hegemonía priísta estatal y nacional, con un gobernador emanado del Partido Acción Nacional: Ernesto Ruffo Appel. La decisión de Colosio de arrancar ahí su campaña sorprendió, pero más lo hizo la zona de Tijuana que escogió: Lomas Taurinas.
Ahí, en esa zona harto complicada y al son de “La Culebra”, canción maldita por varias décadas, le arrebataron la vida al que se vislumbraba, sería el mejor candidato que iba a tener hasta entonces el Revolucionario Institucional.
En México, tenemos una tradición de falsa solemnidad sobre nuestra historia, y una cobardía legendaria para hablar de los secretos que todos saben a gritos, por eso en México no todos se atreven a escribir la realidad y mucho menos hacer un documento audiovisual sobre eso, es por ello que hasta el 2012 se hizo una película sobre este magnicidio que sacudió al país. Con “Colosio, el asesinato”, película dirigida por Carlos Bolado, se levantó otra vez el interés por uno de los asesinatos más terribles en la historia política moderna de México.
Luego de esta cinta, llegaron algunos documentales y reportajes de menor nivel, pero fue hasta 2019 con la serie de Netflix: “Historia de un Crimen: Colosio”, que el interés se renovó, sobre todo porque ahí, se sugiere sin falsa timidez, que la mano obscura detrás de los hechos venía directamente de Palacio Nacional.
A 28 años de los hechos, el misterio sobre el magnicidio aún está presente, sin embargo, ya no se busca hacer justicia y revelar la verdad, pues “la mafia en el poder” descubrió que el caso es una perfecta caja china, una cortina de humo para desviar la atención pública.
Ahora, Andrés Manuel López Obrador decidió reabrir el caso Colosio, y lo hace en un momento en que su administración está sumida en una grave y profunda crisis, no solo de credibilidad, sino financiera, pues actualmente México vive la peor crisis económica en 70 años, de acuerdo a lo que informó el Banco Central, que reconoció que el Producto Interno Bruto del país cayó 9,4% en el segundo trimestre del año, mientras que la Secretaría de Hacienda informa que la recaudación fiscal se redujo 20%.
AMLO, con una administración sumida en el despilfarro, la corrupción y los señalamientos de tráfico de influencias, quiere distraer la mirada pública con un caso que aún duele, por ello, esta semana mandó a la Fiscalía General de la República (FGR), encabezada por Alejandro Gertz Manero, que reabriera la investigación del homicidio del candidato priísta, cuyo presunto autor material fue Mario Aburto, y encontrar “ahora sí”, al autor intelectual de los hechos.
Esta herida que no cierra, continuará abierta en estos próximos dos años, sobre todo si el actual presidente municipal de Monterrey, Luis Donaldo Colosio Riojas, se lanza como candidato a la Presidencia de la República en la carrera por el 2024, donde seguramente, el estandarte principal que tendrá será la figura de su padre.
Veremos y diremos…