Los 370 mil 924 duranguenses que votaron por Esteban Villegas Villareal en la pasada elección del cinco de junio,ya esperan el cambio de gobierno estatal en Durango, el obligatorio, necesario y merecido cambio de estafeta, para que Durango pueda vivir una nueva y más esperanzadora etapa política, social y económica.
Sin embargo, tenemos que ser realistas y ver con justicia, en qué condiciones recibirá el Médico a un Durango que está en terapia intensiva.
Créanme, no estoy siendo alarmista, tan solo basta mirar los signos de descomposición que se vienen manifestando desde hace algunos años y que, en estos últimos meses se han intensificado, como las manifestaciones de los policías en diciembre por la falta de pago de aguinaldos, así como los trabajadores de confianza, personal de salud; hace unos días, el reclamo que hicieron 15 alcaldes a la Secretaría de Finanzas por los adeudos que tiene por más de 500 millones de pesos.
Ahí no para el tema, además de la crisis municipal, también el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC), reclamó se le deben 50 millones; trabajadores del Sindicato de Salud de la sección 88 reclamaron también con una manifestación, la falta de pago del Programa Estatal Cuenta de Ahorro Capitalizable (PECAP), el cual afecta a más de 2 mil 400 personas, esto es, un adeudo de 40 millones de pesos, aproximadamente.
Todo esto, sin contar el adeudo a proveedores, retención de participaciones federales, fondo de infraestructura, bonos, ahorros, ISR, los adeudos que tiene la entidad sobre los créditos a corto plazo que solicitó la actual administración, ¡el predial! Ante esto, la cifra de mil 275millones de pesos que tiene el estado como déficit financiero, según informó Arturo Díaz Medina (Secretario estatal de Finanzas), nos parece muy poco en comparación con la realidad, por lo que desde ahora podemos prever, el monto es terroríficamente superior.
No quiero espantar a nadie, pero económicamente el estado está peor de lo que se nos ha dicho, y lamentablemente esto no se va a solucionar con el cambio del Ejecutivo Estatal. Durango viene arrastrando duros años de desajuste monetario, inflación, empobrecimiento, desigualdad social, nulo crecimiento sostenido y subdesarrollo, que nos ubicadentro de los últimos lugares de crecimiento de las entidades federativas, colocándonos con los números rojos del país.
Tenemos esperanza en el nuevo gobierno, sí, pero también debemos ser realistas. Deseamos que al Gobernador Electo le vaya bien en su mandato, pues en esa medida le irá bien a Durango, sin embargo, ante la realidad, no podemos esperar que todo cambie de la noche a la mañana, empero, la precisión, estrategia e inteligencia que aplique Esteban Villegas, serán claves para nivelar este barco, al menos, en la primera mitad de su administración.
A Durango lo vamos a tener que reconstruir todos, porque esta casa la dejan muy tirada y tendremos que involucrarnos juntos. Sí, triste tiempo el nuestro, pero no nos vamos a tirar a llorar, más bien es la coyuntura para recuperar la idea de que aquí, desde cero, se puede construir una democracia productiva, una idea de desarrollo sano y realista, así como una paz y estabilidad social duradera, todos remando al unísono hacia un horizonte con aguas menos turbulentas.