Durango requiere urgentemente de un nuevo modelo de desarrollo político y social, que le proporcione un escenario de sanidad mental hacia el quehacer diario en cada una de las áreas, desde la propia iniciativa privada hasta la misma administración pública; convertirse en un estado competitivo, con credibilidad en la impartición de la justicia, incluyente y saludable requiere de la voluntad de todos y esto implica con urgencia hacer un llamado a los líderes de opinión, empresariales, partidistas y en todo rubro que sume acciones a esta necesidad.
Si nos permitimos ser omisos en dejarle en las manos a los mismos saqueadores de nuestra entidad, estaremos destinados al fracaso, más allá de intereses personales debemos comprometernos por la humanidad. Hemos sido testigos del cómo se han adueñado del poder para viciarlo a los mismos y esto desde el gremio empresarial con la clase política para favorecerse de manera mutua y siendo cada vez más ajenos a los principios sociales y democráticos que deben imperar como SISTEMA.
Tenemos círculos sociales que merecen nuestro más sincero reconocimiento por el verdadero altruismo que no sale a la luz pública, al contraste con los recursos propios del estado donde se les etiqueta a personajes políticos, otros recursos que deberían estar llegando a las arcas y son condonados para seguir siendo favorecidos y otros patrocinados.
En Durango vamos en dirección contraria al progreso, ya que se siguen exponiendo a los mismos individuos que no han generado productividad legislativa y lo señalado es comprobable. Sí existe capacidad pero no se les ve la voluntad, eso hay que enfrentarlo, los cónyuges, hijos e hijas de los empadronados en el poder no son la esperanza de nadie, ni para sus propias familias.
El problema es que en Latinoamérica, en general, vamos en la dirección contraria, buscando caudillos; individuos que aducen tener la solución a todos nuestros problemas, hoy en día están usando un marketing político basado en el fanatismo y es sumamente peligroso, presumen una calidad moral cuando en la propia política eso dejó de ser prioridad pero “se escucha bonito”, esto es destinarse a la autodestrucción, usar a la ignorancia disfrazada de “inclusión” nos lleva al precipicio sin paracaídas, por muy bien intencionadas que sean las masas si no son capaces de solucionar y direccionar, será nuevamente repetir la HISTORIA, esa maldita historia que efectivamente nos llevan condenados a la corrupción, a la falta de salud, de empleos remunerados, de crecimiento industrial y por supuesto a la censura.
Durango necesita líderes humildes, con hambre de conocimiento, con cuestionamientos por resolver, con capacidad de empatía, simple y sencillamente con calidez humana para lograr una visión futurista, reconociendo nuestro pobre presente y prostituido pasado.
Para lograr un viable 2022 es necesario alejarnos de los caciques, de las personas egoístas que sabemos que haciendo un “berrinche”, justificando un género o apelando a un apellido logran calmar su enojo (estrategia o modus operandi) engordando sus cuentas y acomodándose cachetonamente un trienio más. Aclamo a una persona con liderazgo y un oficio político que sea transparente, que conozca de lo que se trata y con lo que se resuelve un problema sociopolítico. ¿Tú no te has cansado de eso? ¡Yo sí!