Hace unos días reapareció en el pandero político Jorge Herrera Caldera, exgobernador de Durango que llegó al poder estatal de una forma meteórica y que lo ejerció con mano dura, sin ceder un ápice.
Herrera Caldera tomó posesión en Gómez Palacio, rodeado de ovaciones y lo dejó en la Velaria de la Feria, en medio de abucheos, chiflidos y demás improperios mascullados por el público que iba a aplaudir a su líder; hasta que Benítez y Marina Vitela, amagaron a Jorge Salum en controlar a los asistentes, de lo contrario, abandonarían la sesión solemne del Congreso del Estado. En esa ceremonia, recordé la frase: “como te ves me vi; como me ves, te verás”.
Jorge se mantuvo seis años en el ostracismo y en el exilio, soportando la persecución a sus más cercanos colaboradores y viendo a la distancia todo el escarnio que se hacía en su contra y más, que esos ataques provenían de todos aquellos que se decían fieles a su causa, su proyecto, su visión de Estado.
Un sexenio se fue como agua, y Herrera Caldera reapareció con un cargo modesto en el Comité Nacional del PRI. Valdría la pena que Jorge telefoneara a Aispuro y lo invitara a tomar un café para que le aconsejara en que ya no hiciera actos de autoridad en estos escasos días que le restan a su mandato, pues quizá el gobierno siga siendo suyo, pero el poder ya no; sino ahora, debe empezar a aprender a vivir como exgobernador, a andar sin escoltas, choferes, asistentes, fotógrafos, camarógrafos y toda esa parafernalia que abruma a los hombres del poder.
Claro que es difícil para quien ha sido todo, acostumbrarse a no ser ya nada. Por eso los que fueron buscan escribanos que los escuchen para hacer sus memorias o procuran invitaciones a todo tipo de eventos para gozar de los aplausos y las menciones melosas de los maestros de ceremonias; pero no creo que Aispuro se convierta en el corto, mediano o largo plazo como invitado de utilería de las ceremonias gubernamentales y menos con la gélida relación que construyó con su sucesor.
No solo es hoy, sino ahora, rezaba el lema de campaña de Pepe Aispuro cuando fue candidato a presidente municipal de Durango allá por el 2001; y es ahora para que se vea en el espejo de su antecesor y empezar a ver su plan de retiro y esperar a que la suerte le siga acompañando y que los juicios en su contra los resuelva el futuro, porque como decía Luis Spota: “El Futuro, es verdaderamente el que nos juzga por lo que hicimos, no por lo que quisimos hacer…”.