El presidente parece estar viviendo otra realidad y también se ve cada vez más desesperado y presionado porque se le acaba el tiempo. Y es que una vez más, las mañaneras de AMLO buscan manejar la agenda mediática con ataques a periodistas ante una inminente pérdida de poder y popularidad y en vísperas de elecciones.
Este jueves, el Presidente dedicó su perorata mañanera a continuar su animadversión contra los periodistas; sobretodo, aquellos que cuestionan y a los que atribuye perversas conspiraciones encaminadas contra su gobierno, algunas aseguran están ligadas a dinero proveniente del extranjero, vinculadas al ex candidato a la Presidencia Roberto Madrazo, o Claudio X González de FRENAAA.
Haciendo un ejercicio reflexivo ¿realmente vemos un país en paz, distinto, mejor?
MORENA y la llamada “cuarta transformación” tienen múltiples pendientes con la sociedad, sus promesas, sus dichos, solo han quedado en eso; no hay avances tangibles en aspectos fundamentales para el bienestar social, como lo es la seguridad pública, asignatura pendiente y fatídica para este sexenio.
Tomando como referencia el día internacional de la mujer, este sexenio ha visto una creciente conciencia social sobre la violencia de género. Pero entre otros factores, esto se debe al aumento consistente en los niveles de violencia a lo largo del país, sobretodo de índole sexual o familiar, así como la creciente estadística del feminicidio.
Tan solo en el año pasado, en nuestro país, hubo más de 359 manifestaciones contra la violencia de género, lo que significa un aumento del 76% con respecto al 2019. Y este sexenio ya puede ser considerado como el más inseguro en la historia de México para la mujer, incluso por encima de los casos tan lamentables de las denominadas muertas de Juárez.
Las respuestas del gobierno disminuyen y cuando las hacen, lejos de confortar, ofenden, duelen; hemos acumulado indignación, a un punto tal que se han buscado nuevas formas de exigencia que contrastan contra lo que pudiera ser considerado tradicional, socialmente aceptado o lo moral.Hoy las mujeres más jóvenes, cansadas de tanta hipocresía,hartas de la demagogia, se han organizado en reclamo a sus derechos, rechazando el estado actual de las cosas yexigiendo un nuevo pacto social. La demanda es clara, es concisa: México debe de cambiar, el aparato gubernamental, debe reconocer la magnitud de la violencia contra las mujeres y esto debe de parar.
Más allá de trenes mayas, gasolinazos, aviones presuntuosos o espectaculares de un referéndum; son estos los temas que la sociedad ansía, son estos los pendientes de un político que pensó que con su llegada todo cambiaría, pero que jamás se imaginó que ese cambio no serviría.