El pasado lunes, la dirigencia estatal y municipal de Morena en Durango, realizó una rueda de prensa en la que, en teoría, se buscaba presentar a quienes serán los responsables de coordinar los trabajos del partido, en el municipio de la capital, encabezados por Jorge Silverio Álvarez, recientemente nombrado como dirigente municipal.
Sin embargo, en este evento, después de la presentación, inmediatamente se lanzó una ofensiva orquestada, en contra del alcalde capitalino, Jorge Salum del Palacio, donde, uno a uno de los que iban teniendo el micrófono, destinaron todas sus palabras para hablar del panista, en una estrategia que, o claramente estaba estudiada para buscar demeritar la imagen y desempeño de quien ven como su próximo rival a vencer, o equivocadamente dirigieron sus cartuchos hacia quien, si no lo vieran tan competitivo, terminaron por poner en la agenda política de esta semana.
Obviamente, a esta lectura sobre el evento, las voces afines al movimiento, rechazan que se trate de ver fuerte al alcalde Salum del Palacio, sino más bien de una crítica puntual a su desempeño. Pero, si fuera así, ¿por qué destinar todo el espacio de una rueda de prensa en la que, supuestamente, buscaban que luciera su estructura, en pretender el detrimento de la imagen de uno de los más lógicos rivales que podrían enfrentar en 2022?
Es casualidad que, las encuestas de satisfacción que mostraron para argumentar el mal desempeño, realizadas por la consultora TResearch México, se apunte a un porcentaje de aprobación ‘bajo’ para la administración municipal, siendo que entre las 100 ciudades evaluadas, incluso las que cuentan con mucho mayor presupuesto, anden rondando apenas el 50 %; mientras que en los números de esa misma empresa, sobre la opinión de la imagen, el alcalde cuenta con 59 % de opiniones positivas, mientras que el 48 % dijo tener una mala imagen del senador José Ramón Enríquez; el 33 % dijo tener una imagen mala de la senadora Margarita Valdez (cerca del 30 % dijo no conocerla); mientras la menos afectada por la opinión pública, Marina Vitela, tiene solo el 36 % de opiniones positivas, pero cerca de un tercio de los encuestados dice ni siquiera conocerla.
De ahí que, la ofensiva morenista, se viera centrada en la persona del que, por la naturaleza de su encargo y por las mismas mediciones al interior del PAN, sea la carta fuerte de ese partido para encabezar su propuesta a la candidatura, que seguramente deberá negociarse con el PRI, con quien está visto, deberá repetir alianza.
En política, nada es casualidad y, en este caso, dice mucho hacia dónde están encaminados los esfuerzos del partido que presume de haber obtenido la mayor votación en el territorio estatal, pero que no supo o no pudo cristalizar en más de tres diputaciones locales, además de que perdió la mitad de las posiciones federales que ostentaba, por lo que, aunque nada está escrito, ya se vio hacia dónde van los golpes.