Manuel Espino Barrientos es un político de altos vuelos, algo arrebatado, pero cuando recobra la calma sabe tejer fino y en consecuencia, extender sus redes de poder que lo hacen tan vigente en la política nacional y local.
Espino tiene un olfato político como ninguno, sabe por dónde vienen las oportunidades y las aprovecha; sabe que en política lo importante no es llegar sino mantenerse y sabedor de ello, es que habrá que seguirle la pista para las definiciones que vengan al interior de Morena, pues vaya que van a necesitar de su capital político, sobretodo en la ciudad de Durango.
Esta elección para renovar la gubernatura se va a definir en la capital del estado, ya no en La Laguna, como lo era tradicionalmente y es que esta región se encuentra dividido en tres grandes bloques como son los que representan Leticia Herrera, los hermanos Rebollo y la alcaldesa con permiso Marina Vitela; de manera que Victoria de Durango puede ser definitoria con los votos que se obtengan.
Por eso, en el caso de Morena, quien quiera ganar la gubernatura tendrá que elegir un perfil altamente competitivo pero que además, pueda restarle votos al PAN y al PRI y aquí, es en donde el partido de AMLO puede aprovechar una dupla interesante, que es la conformada por Manuel Espino y Nacho Aguado.
Estos personajes han mandado mensajes a la clase política de tener acercamientos constantes y la sola conjunción resulta interesante en cuanto a la elección de la capital se refiere, pues Espino podría atraer al voto panista, entre ellos el empresarial, a quienes les puede dar certidumbre con su proyecto económico consistente de conectar a Durango con Asia-Pacífico.
Por el otro lado, Nacho Aguado, tiene ascendencia con la sociedad civil y con los actores del PRI y el PAN, en cuyos partidos ha transitado desde el comienzo de su carrera política y cuando abrazó la causa del aispurismo, de cuyo movimiento se decepcionó y modificó el rumbo de su carrera política, dándole congruencia a su discurso con su actuar.
Al interior de Morena todos hacen su lucha para alcanzar la nominación a la presidencia municipal de Durango. Vemos a Iván Gurrola y Sandra Amaya hacer trabajo en territorio y acercando a Marina Vitela; Iván Ramírez Maldonado le sigue apostando a la presencia mediática y en redes sociales. Todo es válido y legítimo, solamente deben en tomar en cuenta que en la sola capital del estado se requieren más de 130 mil votos para ganar la elección de Ayuntamiento y que estos también le aporten a la de gobernador y no deben olvidar que si alguien sabe operar y además tiene la nómina es Aispuro y haciendo dupla con Ismael, los comicios no serán un baile de chotis.