Materializando la razón

No me extrañen, en Lerdo les dejé mi gran legado: Aispuro Torres y compañía

por Patricia Sierra Ramírez 27 septiembre, 2022 | Hace 2 años

Con solo situarse en Lerdo es una enorme melancolía hacia los gratos recuerdos que resguardan en la capital del estado, cuando la familia Aispuro Barrantes tenía en su poder la alcaldía, -¡qué tiempos! Exclaman los capitalinos.

La venerable escuela y formación que dejó el matrimonio de Doña Elvirita y el Güerito Gobernador que desde años atrás preparaban su arribo al CBB, así como para los que hoy son reelegidos y situados en el trono del poder, con alcaldía, congreso por parte de la cónyuge y un planchado camino que se ha venido construyendo con recursos y espacios de los lerdenses para el próximo trienio también. Y es con gusto y clamor el ver como se han ido posicionando con dicha escuela, esa que se les ha heredado, se demuestra y concreta la famosa frase: “En política no hay sorpresas; son se ven los sorprendidos”. Bien merecido ese Boulevard en una de las principales vialidades en el Parque (cuatro hectáreas) Industrial en la Ciudad Jardín  con el nombre del exmandatario Dr. José Rosas Aispuro Torres de Barrantes. 

La estrecha cercanía que dice tener la Diputada, cónyuge del alcalde con la Lic. Marisol Rosso de Villegas, PRIMERA DAMA EN EL ESTADO, será de gran beneficio para los lerdenses, pues nos deja en tranquilidad su capacidad de gestión para poder cubrir las necesidades de las familias lerdenses con la intervención y dirección que dará la diputada al DIF estatal para que se construyan grandes proyectos que empoderen a las mujeres en la belleza como lo ha venido trabajando la Sra. Torrecillas de Martínez, con la firme convicción de seguir los pasos de Doña Elvirita Barrantes de Aispuro. 

Hoy tomaremos el calendario para ir contando los días para ver el escenario del cómo y cuándo lo lograrán. No vaya a pensar que esa película ya la vio porque definitivamente aún NO HA VISTO NADA. Enhorabuena por los lerdenses por tener semejante herencia.

¡Todo tiene un límite menos la estupidez, Durango despierta!

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