Luego de que el Partido Acción Nacional, en Durango,decidiera asentar una afrenta a su socio electoral, el Revolucionario Institucional, impugnando la repartición de la asignación de las nueve regidurías que corresponden a su coalición para conformar el Cabildo 2022-2025, donde el PRI obtuvo mayoría (cinco), gracias a ser el partido más votado en las urnas el pasado 05 de junio; el caso fue llevado hasta la tercer instancia judicial, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), donde después de haber sido desestimado a nivel local y regional, seguramente también será desechada dicha impugnación, siendo cuestión de horas para que se emita un resolutivo que refrende lo que las dos instancias anteriores, la Sala Regional con sede en Guadalajara y el Tribunal Electoral del Estado de Durango, negando una quinta posición de representación al blanquiazul.
No obstante, aunque dicho agravio comenzó a elevar la tensión e incluso pudo haberse traducido en rispidez entre los dos partidos que llevaron a la presidencia municipal a José Antonio Ochoa, la situación ha ido planchando su rugosidad gracias, en parte, a la voluntad política del propio alcalde electo para que el proyecto de equipo que conformaron en campaña, prevalezca a lo largo de su trienio. Sin embargo, el factor más importante es que la fracción priista ha mostrado una gran madurez, pues al margen de las acciones judiciales emprendidas por Verónica Pérez Herrera, dirigente estatal del PAN, han buscado seguir emitiendo un mensaje de unidad y trabajo conjunto, persiguiendo como único objetivo, trabajar por el desarrollo del municipio de Durango.
Para muestra de dicha madurez política tricolor, fue la reunión que se llevó a cabo, el pasado viernes 25 de agosto,entre los regidores electos de la coalición, donde tanto panistas, aunque solo asistieron tres, como priistas,compartieron estrategias y sentaron las bases para trabajar de manera conjunta en apoyo de su próximo alcalde, dejando de lado cualquier especulación sobre una operación encontrada, desviando los objetivos comunes e imponiendo cualquier agenda política. Los destacado del tema es que, quien podría haber resultado como principal agraviada, la quinta regidora electa y quien tendría en vilo su posición, en espera del resolutivo judicial, Arlina Adame Correa, fue quien propició este encuentro, involucrando a quien todo parece indicar mañana sería nombrado como Secretario del Ayuntamiento, Bonifacio Herrera Rivera, quien fungió como contacto para citar a la fracción blanquiazul y comenzar, con ello, un verdadero trabajo en miras a la conformación del nuevo Ayuntamiento.
La fracción priista no solo tendrá mayoría en el Cabildo, sino que contará con dos importantes perfiles que han mostrado su dinamismo y entusiasmo para empezar a mover motores y realizar alianzas de peso que, al final, podrán jugar a su favor, tanto para coordinar la fracción como para presidir algunas de las comisiones de mayor relevancia; por un lado, Toño Morales Guzmán; por otro, la propia Arlina Adame Correa; donde quizá solo será cuestión de que su partido defina el género de quien coordine, pues está visto que, en ambos casos, la capacidad y liderazgo está más que probada.
Enhorabuena por ambas fracciones en su decisión de trabajar en conjunto, pues el beneficio ciudadano de no anteponer intereses o cuestiones políticas, al trabajo de representación, se verá reflejado en acuerdos que se vinculen, de manera directa, en mejores resultados.