El fin de semana pasado, una fotografía que circuló por las redes sociales, tomada durante el evento del informe de actividades del senador por Morena que llegó a San Lázaro apoyado por el PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, hizo generar muchas suspicacias respecto a si, en Durango, ya se había entregado ‘la plaza’ a Palacio Nacional, para doblar las manos ante el amenazante aparato político de López Obrador, insinuando o deduciendo, por muchos, que de no haber sido así, quizá la lupa de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y la propia Fiscalía General de la República, podrían poner los ojos en el gobierno panista saliente, donde ya vimos que no es necesario que se hayan encontrado pruebas fehacientes para que exfuncionarios pisen la cárcel o, aún habiéndolas, otros no han pisado ni la barandilla, pues todo se trata de demostrar de qué lado estás, si con el presidente y su proyecto, o en su contra.
Ante tales especulaciones, el que personajes cercanos al Bicentenario sigan mostrándose con intenciones de lograr el tan anhelado palomeo rumbo a la candidatura de 2022, a pesar de que todas las encuestas ponen al actual alcalde capitalino, Jorge Salum, como la única carta competitiva del PAN para negociar la posición con sus aliados políticos, el PRI y el PRD; hace pensar que, quizá, si se hayan doblado las manos. Si no es esa la lógica, ¿qué caso tendría seguir alimentando la pugna por la designación, si hay quienes no figuran ni dentro de la contienda interna, e incluso algunos no han sido siquiera medidos en una elección de medio pelo? ¿Para qué seguir desgastando la imagen de los aspirantes panistas entre sí, si aún viene una negociación entre partidos en la que todos querrán sacar los mejores dividendos? Ahí es donde se alimenta el rumor y, a muchos blanquiazules los ha puesto a pensar si realmente pueden esperar lealtad de quien no la tuvo hacia su anterior partido, con tal de lograr una candidatura.
Que si fue una cortesía política… ¿en serio? ¿cortesía para quien le tiene jurada venganza desde hace tiempo? Quizá podría entenderse si la cortesía fue hacia el líder del Senado, pero eso tampoco sería una jugada inteligente cuando, en Palacio, también se le tiene jurada. ¿Por qué acudir? ¿acaso era tan necesario acompañar a miembros de un instituto político que tanto le ha señalado los errores de su gestión? ¿Acaso el miedo no anda en burro?
En esta semana, se deberán de definir muchas cosas y, con ello, seguramente se calmarán las especulaciones o se generarán más, lo que sería un escenario muy preocupante. En el PAN, es necesario saber si su jefe político marcará el ritmo para buscar apoyar al aspirante más competitivo, o se buscará definir otro que no ganaría ni dentro del PAN, para entonces empezar a analizar los escenarios que tendrían que sortear, pues de nada servirá que en lo nacional se defina que sea el candidato azul, si lo que se está buscando que sea el más débil.
Alejandro Flores de la Parra.
Twitter: @AlejandroFdela P