Uno de mis mayores gustos es platicar de política con la gente que no se dedica a la política, me gusta preguntarles su opinión de distintos temas, saber su pensar respecto a los perfiles y conocer sus principales demandas, es algo que llevo mucho tiempo haciendo, lo considero como el mejor termómetro y el más fidedigno para los que nos gusta el análisis o simplemente el chisme político.
En pasados días y en estas pláticas, he notado una constante que me ha llamado la atención y no porque no la tuviera en el radar, sino porque me sorprende lo exponencial de su crecimiento, estoy hablando de Ignacio Aguado Hernández; Nacho, es un serio aspirante a la alcaldía de Durango, y cada vez está sumando más adeptos tanto dentro como fuera de MORENA. Según algunos de mis entrevistados, una de las principales ventajas de Nacho frente a sus compañeros aspirantes, es que, a él, no lo relacionan directamente con alguna otra marca partidista, no había tenido anteriormente un puesto público y que lo ven como un hombre de principios y familia.
Algo que en lo personal destaco de Ignacio Aguado, es que no ha dejado de insistir en su aspiración política, su incursión en estos menesteres no es nueva, lleva trabajando más de 10 años en territorio y generando diferentes propuestas como ciudadano participativo; hemos coincidido en diferentes ocasiones y bajo mismas iniciativas, como por ejemplo “Sin voto no hay dinero”, cuando Nacho, desde una candidatura independiente la impulsaba. No me cabe duda que Ignacio ha sabido ser disciplinado, es más, como vulgarmente decimos, le ha tocado “apechugar” en más de una ocasión y desde hace varias elecciones, se ha mantenido participativo desde diferentes escenarios, incluso fue coordinador estatal de la campaña de AMLO.
A nivel nacional, ha quedado por manifiesto que Nacho tiene buenas relaciones con las más altas esferas de la cuarta transformación, su amistad con Marcelo Ebrard y la confianza que éste le tiene, lo ha llevado a estar en diferentes encomiendas en varios estados de la república, por eso no era de extrañarse que en Durango ocupara algún puesto que estuviera vinculado con la cancillería y en un futuro, seguramente veremos a Ignacio coordinando en la entidad la campaña del 2024.
Quizá a los duranguenses y a los morenistas lo que más les pueda interesar de Nacho, es que de los perfiles que se encuentran en la aspiración por la alcaldía, Ignacio es el único que va a restarle votos a la coalición del frente, su vínculo con la sociedad civil, fortalecería su campaña y aquellos indecisos de los principios que enarbola la “4T”, al ver a Nacho como candidato, bien puedan apoyarlo, situación que no sería igual con los otros aspirantes por su pasado partidista; pero también, al interior de MORENA, Ignacio sabe navegar entre el mar de corrientes que ahí confluyen, sus relaciones con los diferentes actores de esta marca lo ubican como el único que no generaría encono entre ningún grupo. No cabe duda pues, que Ignacio Aguado, es hoy un interesante perfil de la política duranguense y en esta elección venidera, tiene bastas posibilidades no solo de competir, pero también de ganar la Presidencia Municipal de Durango.