Lecturas Políticas

Universidad de Paz

por Alberto de la Rosa Olvera 20 abril, 2024 | Hace 7 meses

Desde mediados de la década de los 80 del siglo pasado, la UJED se ha visto envuelta en problemas de violencia política, que ha generado ambientes ríspidos, de enfrentamiento constante entre los integrantes de su comunidad.

El que las direcciones de las unidades académicas y la rectoría sigan renovándose mediante un proceso electivo, se ha vuelto costumbre que al interior de cada escuela o facultad los ganadores desplacen a los perdedores y estos, busquen venganza al término del periodo sexenal de sus rivales. La mística en la UJED se ha convertido a un “si no estás conmigo, estás contra mí”.

Por ello reconocemos la iniciativa del Sindicato de Personal Académico de la UJED, quien a través e su secretario general, el médico Erik Hernández Cosain, desde inicios de 2023 buscó un acercamiento con la Comisión Estatal de Derechos Humanos, para firmar un convenio de colaboración y entre los puntos más sobresalientes fueron recibir capacitaciones en materia de derechos humanos para su comité sindical así como la asesoría para elaborar un protocolo de mediación para la solución de conflictos entre sus agremiados.

Urge construir una Universidad de Paz, al emplear la mediación, como el camino pacifico para la resolución de conflictos y que no sea el litigio en redes o en medios o bien, en Junta Directiva, en donde se resuelvan sus controversias.

El protocolo en mención, establece el marco conceptual y procedimental para la atención de casos que se presenten entre los universitarios que conforman el Sindicato del SPAUJED, a través de procesos de mediación, se buscará la amigable composición, fomentando en todo momento la cultura de Paz y respeto a los Derechos Humanos de sus agremiados.

Este protocolo del SPAUJED puede ser la punta de lanza para que la Universidad Juárez sea más inclusiva, respetuosa de los derechos humanos para que se convierta en una institución pacífica.

Falta visibilizar a las mujeres y personas no binarias con lenguaje incluyente en los títulos y grados académicos, pues a las mujeres profesionistas, siguen expidiendo su título como “licenciado en derecho”, por poner un ejemplo.

Si bien ya existe una comisión para erradicar la violencia de género, es tiempo de que cuenten con un ente defensor de los derechos humanos hacia el interior de la misma institución universitaria, pues se siguen presentando quejas de acoso escolar, discriminación, tratos inhumanos a estudiantes y profesores, entre otras violaciones a los derechos humanos.

El tema del respeto a los derechos humanos debe ir en la agenda de las personas que aspiren a la rectoría pues el problema de la UJED no solo estriba en la falta de recursos financieros, sino también contar con recursos humanos que respeten y promuevan los derechos fundamentales para que exista una Universidad de Paz.

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